martes, 5 de mayo de 2015

Edison contra Tesla, ¿quién triunfará esta vez?

Estos días nos hemos despertado con la "revolucionaria" batería de Tesla, que ofrece 7 KW·h de almacenamiento por 3.000 $ y 10 por 3.600. El contar los precios ha sido lo más impactante de la táctica de marketing de la empresa. Todos nos hemos creído que esos precios son baratos. Si Tesla se atreve a decir el precio, lo asociamos a rebaja, a oferta.

La realidad es que la misma capacidad de almacenamiento en baterías de plomo-ácido, gelificadas, sin mantenimiento, de gran profundidad de descarga y un número elevado de ciclos de carga ronda los 600 € para los 7 KW·h.

Además a cualquier batería, hay que alimentarla, por lo que eso de comprar una batería para ahorrar energía... en fin, es más de marketing que otra cosa.

Pero no es ahí donde quiero hacer inciso en este artículo sino que me quiero remontar a los tiempos en los que dos genios se enfrentaron, Edison y Tesla. Mientras el primero, genial inventor aunque quizá de rango inferior al segundo, pasó a la historia como un triunfador, su coetáneo no murió en las mismas circunstancias.

Se podría decir que Edison venció a Tesla en aquella ocasión. Y puede que ahora, unas cuantas décadas después, vuelva a ocurrir. Porque si queremos pensar en un acumulador barato, de un número prácticamente infinito de ciclos de carga, robusto y sin mantenimiento, pensaríamos en la batería de Níquel-Hierro, la también llamada batería de Edison.

Esta batería no se utiliza en la actualidad por su relativamente bajo rendimiento, que aun así alcanza el 80%.

Pero en situaciones de carga estacionaria, como una vivienda aislada de la red, la cosa cambia. ¿Qué pasa si la fuente de energía es muy barata? Pues ocurre que el rendimiento de la batería no es tan importante como su coste específico, el coste de la batería dividido por el número de ciclos. Y en este caso la batería de Edison gana por goleada.

¿Por qué es relevante el dato del coste de la fuente de energía? Simplemente porque cuanto más barata es la energía, menos importa el rendimiento de la instalación, ya que las deficiencias en éste se corrigen colocando más potencia. Y como el precio de la producción de paneles solares no para de descender, paneles además con una vida útil superior a 30 años, ¿qué más te da poner un poco más de potencia en tu instalación si de repente te das cuenta de que toda ella, excepto la electrónica, el chocolate del loro, es prácticamente eterna?

El futuro energético quizá sea una vuelta al pasado, a la batería de Edison. Y Edison es más que probable que le vuelva a ganar la batalla a Tesla.

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