viernes, 29 de noviembre de 2013

¿Cómo se puede reducir la potencia contratada en una empresa?

La reforma eléctrica ha traído consigo un incremento de los costes energéticos de las empresas en cantidades muy superiores a las anunciadas por el ministerio del señor Soria. A pesar de haber asegurado que el incremento medio sería del 7%, la realidad nos dice que un 84% de las empresas han tenido un incremento superior en su factura al 10%, un 44% superior al 25% y un 35% un incremento superior al 30%.

Y estos incrementos han venido derivados principalmente por el término de potencia, un gran olvidado en los procesos industriales, pero que ahora está tomando la importancia que requiere. Además. siempre está la amenaza de que si reduces la potencia a los 3 años se caducan los derechos de acceso, y si necesitas un incremento de potencia debes volver a pagar esos derechos de acceso, y otros problemas asociados al desconocimiento, a la dificultad para realizar inversiones en maquinaria en estos tiempos de crisis o a la reducción del personal de mantenimiento, "esos que no hacen nada", sin darse cuenta que si están sin hacer nada es porque su trabajo está bien hecho.

Hay métodos muy sencillos y conocidos para reducirlo como el uso de variadores de frecuencia en los arranques o la corrección del factor de potencia, otros que se están imponiendo como la iluminación de bajo consumo, y otros que aún están verdes como la adecuada gestión de los procesos e iluminaciones.

Introducción.

Cuando se introduce un nuevo producto en el sistema de fabricación de una empresa, se calculan las horas de mano de obra que va a precisar su elaboración, los costes de materia prima, los costes de máquina y otros costes directos. Cuando se determina el coste energético, generalmente se calcula tan solo la energía que va a consumir ese producto en su elaboración.

A ese coste directo hay que sumar los indirectos, y en la mayoría de las empresas, el coste derivado del término de potencia contratado a la compañía eléctrica se introduce como coste general, y se diluye entre otros costes como amortizaciones de edificios, gastos de oficina, iluminación y otros.

Pero la reducción de ese coste, puede mejorar en gran medida la competitividad de la empresa. Voy a desgranar una serie de consejos para poder reducir el término de potencia en las empresas:

Uso de variadores de frecuencia.

El uso de estos elementos en los arranques de motores limita la punta de potencia necesaria para el arranque. Un motor arrancado directamente provoca un pico de intensidad debido a que se produce un cortocircuito instantáneo al conectarlo a la red, pico que va descendiendo mientras el motor adquiere velocidad y produce trabajo. Arrancarlo con un variador de frecuencia reduce de forma considerable ese pico de intensidad, y por tanto, de potencia, además de alargar la vida de los devanados del motor.

Uso de baterías de condensadores.

En la mayoría de los contratos industriales se penaliza el uso de energía reactiva, procedente sobre todo de motores y transformadores. Pero no solo está esa penalización, sino que la potencia consumida si no se corrige el factor de potencia aumenta, y estamos para reducirla.

Una batería de condensadores produce energía reactiva, pero en sentido contrario que la inductiva procedente de los motores y transformadores, por tanto, se corrige.

Uso racional de la iluminación.

No sólo el uso de sistemas de iluminación de bajo consumo, sino que también se deben evitar sombras o que la iluminación esté muy alejada. En muchos casos es mejor iluminar el puesto de trabajo, que iluminar toda la planta. El ahorro energético y la mejora en la visión de los trabajadores lo justifican. No nos hemos de olvidar que cuando iluminamos algo es para verlo. Parece de perogrullo, pero en muchas empresas la iluminación no es nada racional.

Una vez iluminado lo que realmente queremos iluminar, usamos iluminación de bajo consumo, y notaremos que la potencia necesaria para iluminación desciende.

Procesos eficientes

Los procesos industriales deben buscar la máxima eficiencia. Desde la utilización de la iluminación natural o la reducción de las fugas calóricas hasta la adecuación en el tiempo de los procesos. Podemos podernos a fabricar 3.000 piezas usando 10 tornos y acabar en 1 hora, o usar 1 torno y acabar en 10 horas. En el segundo caso, la potencia requerida es 10 veces menor.

Y si el torno usa un motor de alta eficiencia, seguramente la potencia necesaria para moverlo es inferior que en tornos más antiguos o de peor calidad.

Mantenimiento adecuado

Mantener la empresa con un adecuado nivel de mantenimiento, puesta a punto y limpieza hace que las carretillas tengan que recorrer menos espacio y haya que cargar sus baterías con menos potencia, que la maquinaria funcione en condiciones mecánicas óptimas requiriendo menos energía y que la iluminación sea la adecuada, refrigerándose de forma correcta los elementos que consumen energía y tengan un rendimiento mejor, consumiendo menos potencia.

Eliminar simultaneidades

Con la reforma laboral se reducen los sueldos de los empleados, se les baja la jornada laboral, y luego se les hace trabajar a todos a la vez en un solo turno. Tenemos que hacer 3.000 piezas de torno, 4.000 de fresadora y 5.000 por punzonamiento, y ponemos los 10 tornos, las 4 fresadoras y las dos punzonadoras a trabajar a la vez. Es mejor racionalizar los turnos, separar claramente los horarios de oficina de los de trabajo, y de esa manera conseguir que las máquinas no trabajen a la vez, reducir el término de potencia de la empresa.

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